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Factores de riesgo para el retraso en la cicatrización de las heridas

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Las heridas y su proceso de cicatrización

Factores de riesgo para el retraso en la cicatrización de las heridas

Las complicaciones de las heridas pueden adoptar tantas formas distintas como sus causas. Una cosa es cierta: cuanto más sano esté el tejido cutáneo afectado por la herida, mayores serán las posibilidades de curación.

Así pues, son varios los factores que pueden dar origen a una herida, comprometer el proceso de cicatrización o incluso hacer que una herida aguda se convierta en una herida crónica, con todos los riesgos de recurrencia que ello conlleva.

Factores de riesgo vinculados a una patología

La insuficiencia venosa impide que la sangre retorne a la parte superior del cuerpo. Como resultado, causa su acumulación en las venas de los miembros inferiores.

La diabetes desequilibra los niveles de azúcar en la sangre, altera las arterias y los nervios, especialmente en el pie, haciendo imperceptibles ciertas lesiones (incluso las pequeñas).

La insuficiencia arterial impide que la herida reciba suficiente sangre arterial para curarse.

La malnutrición priva al cuerpo de nutrientes esenciales que la piel necesita para auto repararse.

Factores de riesgo relacionados con los hábitos de vida

Fumar puede dañar las arterias y, en última instancia, impedir la oxigenación suficiente de la herida.

Llevar calzado inadecuado puede interferir con la circulación de la sangre, ejercer presión sobre una herida existente o causar un roce perjudicial para la piel.

El incumplimiento de las normas básicas de higiene como el lavado diario, un correcto secado (hasta los dedos de los pies) después de lavarse, cortarse las uñas correctamente...

El estilo de vida sedentario aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Por lo tanto, se recomienda un mínimo de ejercicio físico para conseguir un metabolismo equilibrado.

Factores de riesgo relacionados con el perfil del paciente

Edad: con el envejecimiento, la piel se vuelve más fina, lo que aumenta aún más la fragilidad de los tejidos. Los ancianos también son más propensos a tener la piel seca, ya que su piel está menos hidratada quela de los jóvenes. Por último, su falta de elasticidad ralentiza el proceso de curación ante una lesión.

Estado psicológico: el estrés y la depresión son comunes en pacientes con heridas que pueden tardar mucho tiempo en curarse. El control de estos factores - relacionados con el dolor, el tiempo de curación, el tratamiento doloroso o una sensación más generalizada de ansiedad - es fundamental para la curación.

Referencias:

1.       BainbridgeP, Wound healing and the role of fibroblasts. Journal of Wound Care. 2013Aug;22(8):407-8,410-12.

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